Jacinto para el mal de amores

Aunque enero ya está bien entrado, en realidad esta es la primera entrada en condiciones de este 2007... después de este intenso periodo de viajes, primero a México y después a República Dominicana, donde tuve la fortuna de impartir un taller de realización cinematográfica para cortos en la escuela de Altos de Chavón (ver en la sección de INTERÍN)... por fin empieza el 2007 oficialmente en este blog.
Un enero en Madrid que no es tan frío como el año pasado y que me regaló una hermosa flor. Caminaba el viernes por la plaza Tirso de Molina, y un pequeño bulbo me llamó... no pude más que acercarme y adoptarlo.
Es un jacinto... de flores rojas.... que ya me está regalando unas lindas flores....
lo bonito del jacinto es la historia que hay detrás....
Jacinto era el hijo de los reyes de Macedonia y tenía un amante... nada más y nada menos que el dios Apolo.
Ambos jugaban a lanzarse el disco, el freezbee pues, cuando Apolo para demostrarle su fortaleza a Jacinto, se lo lanzó con fuerza bestial... Jacinto para demostrarle a su novio que era hábil, intentó atraparlo... pero el disco le cortó la cabeza.... (otras versiones dicen que no fue Apolo sino fue el dios Céfiro que en secreto amaba a Jacinto y envidaba a Apolo)
La cosa es que Jacinto murió y Apolo se puso muy triste... y de la sangre derramada por jacinto, hizo brotar esa linda florecita que se llama Jacinto y que hoy tengo en mi habitación.
Así que las lágrimas de Apolo y la sangre de Jacinto florecen a la luz del sol invernal de Lavapiés.
Lo compré en el puesto llamado "La Beata Enamorada" de la Plaza de Tirso